Pareciera que nos ofrece un remanso con esa voz dulce, acompañada de armonías etéreas y bases rítmicas amables que se empatan con los latidos. Sin embargo hay que atender las palabras que Mariela Millán apunta y la forma en las que las enuncia. Hay algo allí, velado, un secreto que ella misma nos invita a averiguar. Dream pop de alta manufactura tenemos aquí. Música con tintes sintéticos y una producción fina es lo que Sueño a Marte nos ofrece; resta cerrar los ojos y despertar en otro mundo, sabiéndonos libres de amarras, listos para amar sin ataduras con la música como compañera.
Sueño a Marte
MÉXICO
