Nico Orozco

México

Lo de Nico es otro boleto. Otro asunto. Compositor bien fajado, el de Sinaloa no se escama a la hora de echar serenata, aunque lo traten como perro; tampoco le teme a traducir un clásico de The Cure (“Just Like Heaven”) ni mucho menos le tiemblan las piernas para untarse grasa en los dedos a la hora de soltar requintos mientras se aclara la garganta. Su carrera va para largo, tanto como su talento. Pónganle el nombre que gusten a su temario, apódenlo como quieran; ¿sad sierreño, emo corrido? Qué importa, mejor vayan poniendo a enfriar las latas que con Orozco en escena nos va a faltar hígado.